domingo, 27 de marzo de 2011

Rompamos el Estigma...

¡Integración ya! ¡Normalización ya!

Me produce una tremenda tristeza cuando visito un centro de mal llamados "enfermos mentales", creo que esta definición es una auténtica aberración, y veo que los tienen ahí simplemente por tener pensamientos diferentes; no te lo pierdas, lorito... Por tener pensamietos diferentes y por cierto muy originales.

Por ejemplo, pensar que son Napoleón, Jesucristo, futbolistas famosos... Otros porque por sus pensamientos pulula la idea que estamos manipulados por extraterrestres. ¿Y si fuera verdad? Tendrían que sacarlos a todos y meter a los psiquiatras.

Todos esos pensamientos en desacorde con los de la manada son "SU REALIDAD", son "SU VERDAD" y son tan respetables como "NUESTRA VERDAD", "NUESTRA REALIDAD." Ya digo, tan respetables, y tienen que estar por supuesto fuera de la burla, sin miradas de pena, sin miradas de, por ejemplo, "¡Qué raro es este tipo o esta mujer", "¡Qué loco está!", "¡Qué loca está!" Todo eso es una auténtica aberración.

¿Qué es realidad? ¿Qué no es realidad? ¿Alquien lo sabe? Tendremos que dar el Nobel si alguien lo descubre.

Vamos a ser un poco más civilizados, un poco más humanos.

Estamos todavía en la Edad Media, donde a los mal llamados, repito, "enfermos mentales", se les apartaba y se les exponía como si estuvieran en un zoológico. ¡Vamos a despertar! ¡Basta ya! Integración, normalización real y no el juego que tienen con ellos instituciones, asociaciones, psiquiatras y demás por el tema económico, principalmente. Esa industria farmacéutica tan dañina, tan sumamente poderosa, que mueve tantísimo dinero a costa de fastidiar vidas humanas y de hacer lo que les viene en gana.

Las personas "diferentes", mal llamadas "enfermas mentales", deben integrarse en la sociedad, normalizarse, convivir todos, absolutamente todos, con nosotros, con todo el respeto social que se merecen, con total respeto humano.

Ellos nos pueden aportar muchísimas cosas, nos pueden ayudar, enriquecer, aconsejar. Es un potencial tremendamente grande sin explotar en la sociedad.

Tenemos que escucharles con todo el respeto del mundo, dejarles la libertad que nos expliquen sus pensamientos diferentes, sus ideas diferentes, porque todos vivimos bajo un delirio, el deliro de la mentira, de la manipulación. Repito: ¿Dónde está la verdad? En este mundo raro para todos, todos sin excepción, excéntricos somos todos.

Que nadie se base en la verdad, en la realidad, en lo racional del pensamiento, porque eso no existe, todos "ellos" y nosotros, todos, tenemos y no tenemos la razón, FUERA DEL ESTIGMA.