LA BRISA HERIDA:
Aún lo recuerdo,
sí, aún...
El paisaje vestía de azul
y las olas blancas,
un verde entristecido de montañas
y con murallas ahora libres,
la tarde desplazó para siempre
el tiempo armonioso de la vida
y durmió muchos sueños,
ahora vivos de nuevo,
en otros sueños con vida y luz eterna,
la herida castellana estaba lejos,
distante pero cercana,
la brisa castellana
estaba ausente en esa playa
de violines tristes
y amapolas sin batalla.
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