jueves, 19 de mayo de 2011

La Honestidad

Qué triste, qué lamentable, qué poco humano cuando en nuestro camino nos encontramos personas sin honestidad, camuflando la realidad con nosequé historias... Y ocultando la verdadera razón.

La honestidad engrandece a las personas, las diviniza, las hace grandes. La deshonestidad las empobrece,las empequeñece. Al final, las personas que no son honestas sólo consiguen el rechazo de las que sí lo son y van en diferente dirección. Las personas con honestidad tienen el valor humano de la nobleza del corazón aunque pierdan, aunque muchas veces se les arricone por otras personas sin escrúpulos; pero ese tesoro valioso de la honestidad, aunque sea a la larga, el Dios del tiempo es sabio: siempre es recompensado. Siempre con la honestidad se sale beneficiado espiritualmente, emocionalmente y socialmente.

Las personas deshonestas no llegan nunca a nada que valga la pena, a ningún humano que valga la pena. Se pierden tantas cosas... Se hacen daño a sí mismos, porque cuando se hace daño a los demás nos hacemos daño a nosotros mismos.

En la vida, en este teatro inexplicable muchas veces de la vida, en este misterio de la existencia debemos de ser fieles siempre a ese valor noble. Siempre se gana mucho más. Siempre la vida te compensa mucho más, aunque muchas personas no lo quieran ver.

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